No tengo costumbre de enviar cartas
a periódicos o revistas.
Creo que generalmente es inútil hacerlo dada la impunidad y
desvergüenza con que actúan los gobiernos. Sin embargo,
el gobierno de Fujimori y la necedad de mis compatriotas para votar
por él en tres ocasiones me obligaron ha a romper esta práctica.
Lo hice principalmente para descargar mi indignación.
Cartas:
España
- EL PAÍS, setiembre 2000. Carta sobre la intervención
de España
al buscar su ministro de Relaciones Exteriores un refugio para Montesinos.
Perú
- CARETAS, y EL COMERCIO, febrero 2007. Carta protestando por la propuesta de Martha Hildebrant para reducir la gratuidad de la enseñanza universitaria.
- CARETAS, Febrero 2001. Carta advirtiendo el peligro que corría el candidato
a la presidencia Toledo al incorporar en su equipo a Pedro Pablo Kuczynski, cuya
participación en la privatización de los bancos mexicanos terminó en
un fraude de 80 mil millones de dólares que originó el llamado “efecto
tequila”.
- CARETAS, Julio 2000. Carta para mostrar la indignación que
causaba ver cómo Fujimori juraba impunemente un nuevo mandato
de Presidente.
- CARETAS, Enero 2000. Carta de protesta por la ilegal interpretación
de la Constitución que permitía al presidente Fujimori ser
reelegido.
- CARETAS, Julio 1998. Carta advirtiendo la manipulación de Montesinos
y la torpeza de un político de la oposición y “constitucionalista”,
Javier Valle Riestra, por aceptar este último el nombramiento de
Presidente del Consejos de Ministros del gobierno de Fujimori.
- CARETAS, Octubre 1997. Carta sobre la falta de cumplimiento de los
congresistas de hacer públicas sus declaraciones de rentas y bienes, cuando era evidente
el enriquecimiento ilícito de los fujimoristas.
- CARETAS, Agosto 1997. Carta sobre la supuesta nacionalidad peruana
de Alberto Fujimori.
Textos:
España
Setiembre 2000. Carta sobre la intervención
de España al buscar su ministro de Relaciones Exteriores un
refugio para Montesinos.
Antecedentes: En setiembre del año 2000, el otrora poderoso Vladimiro
Montesinos se encontraba prófugo. Estados Unidos, Venezuela y hasta
España, ofrecieron sus “buenos oficios” para que este rasputín
peruano pudiese encontrar asilo lejos de los tribunales de justicia. Es así como
el diario El País publicó la noticia que el señor Josep
Piqué, ministro de Relaciones Exteriores de España, estaba buscando
un refugio a Vladimiro Montesinos en un país amigo, posiblemente Marruecos.
Ese periódico publicó mi siguiente carta:
Madrid, 29 de septiembre de 2000
Diario El País, España
Sr. Director
La posición del Sr. Piqué sobre la “intervención” de
España para buscar un país que dé asilo permanente
a Montesinos no debe estar sujeta a matices ni interpretaciones. El
terrorismo, ya sea de una banda como ETA, o del Estado, como el que
Montesinos ha practicado en el Perú desde el Servicio Nacional
de Inteligencia, tiene que ser rechazada en todos sus términos
y sus autores llevados a la Justicia, y no a paraísos como el
que busca el Sr. Piqué para un sujeto que ha asesinado, torturado,
sobornado, intimidado a los peruanos que le estorbaban. Todo eso bajo
la aquiescencia de un Poder Judicial y una cúpula militar diseñada
por él para servir a sus intereses.
España, cuya democracia vive en estos momentos una oleada terrorista
que pretende desmantelar el Estado de Derecho, no puede ni debe ni
le conviene, abrir rendijas para que por ella se escapen las alimañas
que no respetan los Derechos Humanos.
Atentamente,
Herbert Morote Rebolledo
Acontecimientos posteriores: No
fue necesaria la “intervención” de
España. A consecuencia de traiciones, intrigas, y el deseo de
cobrar el millón de dólares que había prometido
el Perú como recompensa, Montesinos fue entregado en Venezuela
por sus propios guardaespaldas o capturado por la policía en
una situación todavía no aclarada por el gobierno de
ese país.
Perú
Cartas publicadas en CARETAS, el 15 de febrero de 2007, y en EL COMERCIO, 14 de febrero de 2007. Denuncia la propuesta de Martha Hildebrant para reducir la gratuidad de la enseñanza universitaria.
Asunto: gratuidad de la enseñanza universitaria
Estimados señores:
El debate suscitado por la propuesta de la congresista Martha Hildebrandt para limitar la gratuidad de la enseñanza universitaria, enmascara, disimula, encubre y oculta, algo que ni los políticos ni el gobierno están dispuestos a poner a debate público y esto es: la reducida, por no decir miserable, inversión en la enseñanza. El Perú invierte sólo el 3.4% de su PBI en educación, casi 20% menos que la media de Latinoamérica y 70% menos que México, país que finalmente ha decidido mejorar su educación. Otro dato contundente: el estado da a la Universidad de San Marcos la ridícula suma de 1,000 dólares por alumno al año, mientras que Chile, por ejemplo, invierte en su más importante universidad diez veces más.
Hasta que los congresistas y el gobierno no estén dispuestos a tomar en serio la inversión en educación, saldrán propuestas similares o peores que la de Martha Hildebrandt. Por muy buena que sea la labor del ministro de Educación con los escasos recursos que tiene, sus esfuerzos no serán suficientes para mejorar nuestro nivel educativo. ¡Hay que poner dinero, señores! ¡Lo demás son maniobras dilatorias y de despiste! No necesitamos más sugerencias ni planes, ya tenemos uno y muy bueno: el PEN. ¿Alguien lo ha leído? ¿Entonces por qué no se discute y aprueba en el Congreso?
Atentamente
Herbert Morote
Febrero 2001. CARETAS, carta advirtiendo
el peligro que corría
el candidato a la presidencia Toledo al incorporar en su equipo a Pedro
Pablo Kuczynski, cuya participación en la privatización
de los bancos mexicanos terminó en un fraude de 60 mil millones
de dólares que originó el llamado “efecto tequila”.
Carta publicada el 22 de febrero, 2001
Sr. Director:
Pedro Pablo Kuczynski
La candidatura de Toledo está hasta hora fuertemente respaldada
por un pueblo que recuerda vivamente su valiente campaña contra
el corrupto gobierno de Fujimori. Sin embargo, no todo está dicho
todavía, faltan semanas muy críticas en las que cualquier
paso en falso puede originar fracasos estruendosos a última
hora. Desgraciadamente, Toledo está cometiendo algunos traspiés
que pueden perjudicarle en la campaña, y mucho más si
llegase a gobernar. Me refiero a nombramientos de asesores que generan
polémica y disgustos parecidos a los que tuvo Vargas Llosa en
su momento. Por ejemplo, el nombrado asesor de su programa económico,
Pedro Pablo Kushinsky, cuando trabajó por el First Boston fue
coautor, con el presidente de México Carlos Salinas, de la privatización
del sistema bancario (Herald Tribune, 21 de mayo, 1995). Las condiciones,
los malos manejos, y la exagerada ambición de las partes originaron
la quiebra financiera de México y la fuga del presidente Salinas
a Irlanda, ¿suena familiar esta fuga?
Esperemos que alguien le haga ver a Toledo el peligro de tener “amistades
peligrosas” antes que el pueblo lo rechace.
Herbert Morote
Madrid 7 de febrero, 2001
Acontecimientos posteriores.- Pedro
Pablo Kuczynski fue nombrado Ministro de Economía y Finanzas
por el Presidente Toledo. La crisis económica del Perú sigue
en pie. Después de un año en su puesto, PPK fue separado
de su cargo mientras corría una ola de rumores sobre malos manejos
y dudosas prácticas financieras del ministro.
Julio 2000.- CARETAS, carta para mostrar la indignación que
causaba ver cómo Fujimori juraba impunemente un nuevo mandato
de Presidente.
Antecedentes: Utilizado todos los recursos del Estado y las peores
prácticas de fraude, Fujimori se hizo reconocer como elegido
y juró un nuevo mandato ante un Congreso comprado.
Carta publicada por publicada el 3 de agosto, 2000:
Sr. Director:
El 28 de julio entraremos en un período más triste y
miserable que el que hizo escribir a González Prada el libro “Bajo
el oprobio”, de esto ya 100 años.
Mientras la democracia se ha establecido finalmente en Latinoamérica,
México inclusive, en el Perú se instala un gobernante
inescrupuloso aupado por una cúpula militar cómplice
y partícipe.
Lo que lamento más de este execrable crimen cívico es
que haya algunos intelectuales que lo apoyen, eso es más peligroso
y ruin que el fraude y la prepotencia porque confunde los valores que
debe salvaguardar un país.
Por ahora tomemos nota de las tropelías e injusticias del gobierno
y sus “colaboracionistas”. Tengamos la esperanza que el
repudio nacional algún día acabará con los usurpadores
y los llevará a la Justicia, como a Pinochet.
Herbert Morote
Acontecimientos posteriores. Dos
años más tarde, la
incipiente democracia del Perú puso a disposición de
los tribunales a varios congresistas, militares, jueces, y funcionarios
públicos, incluyendo a Vladimiro Montesinos. La suerte final
de los acusados está aún por verse. Los entramados judiciales,
el poder económico y las influencias de los detenidos, hacen
peligrar un desenlace justo. Fujimori, haciendo uso de su nacionalidad,
vive en Japón de las millonarias rentas que robó como
presidente; además goza de la protección de grupos representantes
de la derecha más obtusa. Su repatriación para ser juzgado
en el Perú es prácticamente imposible.
Enero 2000. CARETAS, carta de
protesta por la ilegal interpretación
de la Constitución que permitía al presidente Fujimori
ser reelegido.
Esta carta apareció el 26 de enero de 2000. Las palabras subrayadas fueron suprimidas por la revista.
Sr. Director:
La aceptación de la candidatura de Fujimori era predecible,
aunque no por eso deja de ser ilegal, inmoral y esperpéntica.
Lo que sorprende es que se responsabilice exclusivamente de esto al
JNE cuando este organismo y todos están sometidos a un régimen
militarista, que es como debe llamarse el actual. Y digo militarista
porque a pesar de que Fujimori es civil son los militares, mejor dicho
la cúpula militar la que lo sostiene e impone. Aclaremos,
militarismo es, según los diccionarios, la “intrusión militar
en lo civil”, es decir “la preponderancia de los militares
en una nación” o el “modo de pensar de quien propugna
dicha preponderancia”.
Está claro que Fujimori no puede hacer lo que hace sin el respaldo
de las Fuerzas Armadas. Esto no es nuevo, tenemos esa maldita tradición
desde que la inauguró nuestro primer presidente, el golpista
RivaAgüero, quien con el Motín de Balconcillo en 1823
desbancó a una Junta Gubernativa democráticamente elegida.
Desde entonces hasta nuestros días, la injerencia militar en
nuestras instituciones ha sido frecuente, salvo breves y truncadas
auroras democráticas. Es más, no ha habido ni una generación
en el Perú que haya disfrutado del quehacer democrático
exento de la injerencia militar.
Sé que entro en un terreno peligroso, y lo hago porque vivir
en el extranjero me otorga cierta inmunidad. Si viviera en el Perú,
si tuviera mi familia y mis negocios allí, es posible que no
me atreviese a hablar en esta forma, quizá tuviera temor a
que el gobierno me envíe sus esbirros, llámese SUNAT,
o simplemente sicarios que simulando un atraco o secuestro pusiesen
en riesgo la integridad mía o de mis allegados, porque una
de las bazas con las que cuenta el militarismo es la autointimidación,
la autocensura. Por esta misma razón felicito a los pocos medios
de comunicación que apuntan sus baterías donde deben,
así como a los políticos que se atreven hacerlo.
En resumen, creo firmemente que sólo cuando las Fuerzas Armadas
sean profesionalizadas, cuando los ministros de Guerra, Marina y Aviación
sean civiles, como lo son en todos los países avanzados, cuando,
finalmente, los militares se dediquen exclusivamente a su misión,
el Perú podrá encontrar la plataforma adecuada para
discutir civilizadamente el mejor camino a escoger.
Lamentablemente, señor Director, el militarismo ha gozado,
y aparentemente goza todavía, de un coro de compatriotas que equivocadamente
creen que lo que el Perú necesita es “mano dura” y “disciplina” sin
darse cuenta que eso ha permitido la supervivencia del autoritarismo
de los gobiernos militaristas en toda nuestra historia, y el resultado
siempre ha sido: mayores abusos, atropellos y mayor empobrecimiento
de la clase media y baja.
Herbert Morote
Madrid 20 de enero de 2000
Perú. Julio 1998. Carta advirtiendo la manipulación
de Montesinos y la torpeza de Javier Valle Riestra (JVR), político
de la oposición y “constitucionalista”, por aceptar
este último el puesto de Presidente del Consejos de Ministros
del gobierno de Fujimori.
Ver texto de carta publicado por CARETAS bajo el título “Marqués
con escorbuto”:
Acontecimientos posteriores: El
corto paso de Javier Valle Riestra por el gobierno no mejoró en nada la política corrupta
del gobierno de Fujimori. JVR se debe arrepentir de haber aceptado
ese nombramiento, ahora enfrenta acusaciones por presuntos pagos que
recibió de Montesinos. También se han hecho públicos
varios videos en el que recibe directivas y consejos del asesor de
Fujimori.
Octubre 1997. CARETAS, carta sobre
la falta de cumplimiento de los congresistas de hacer públicas sus declaraciones de rentas y
bienes, cuando era evidente el enriquecimiento ilícito de los
fujimoristas. Antecedentes- Ante el ostentoso incremento de las fortunas de los políticos
durante el régimen de Fujimori, la oposición debatía
estérilmente en el Congreso la obligatoriedad de la publicación
de Declaraciones Juradas de renta y bienes de los funcionarios públicos.
Ver texto de carta publicada por Caretas con el título: “Historia
Jurada”:
Acontecimientos poesteriores.-
La corrupción durante el gobierno
de Fujimori no ha podido ser cuantificada hasta ahora. Una cifra mínima
estaría entre 3 mil o 5 mil millones de dólares estadounidenses.
Lo que sí se sabe es que abarcó a todos los estamentos:
Gobierno, Congreso, Fuerzas Armadas y Policiales, Poder Judicial, Poder
Electoral, etcétera.
PERÚ. Agosto 1997. Carta
sobre la supuesta nacionalidad peruana de Alberto Fujimori.
Antecedentes: Crecen fundadas sospechas que Fujimori no es peruano.
Se duda sobre la legalidad de su partida de nacimiento. No se encuentran
testigos de su nacimiento.
Ver texto y fotografías bajo el título ¿Dónde
nacieron?
Acontecimientos posteriores.-
La justicia peruana ha demostrado que Fujimori y Japón engañaron al Perú: uno al decir
que era peruano y el gobierno japonés al no desmentirlo. El
siempre súbdito japonés Alberto Fujimori reside en su
país y goza de la protección de su gobierno a pesar
de estar reclamado por la justicia del Perú y buscado por la
INTERPOL.
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