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Bryce

1. Motivación para estas páginas

Estas páginas salen a la luz en 2017 luego de haber estado 11 años "en construcción", es decir desde que en junio de 2006 mi entonces amigo íntimo Alfredo Bryce Echenique (ABE) publicó en el diario –El Comercio– su artículo –La Educación en ruinas– plagiado de mi manuscrito –Pero… ¿tiene el Perú salvación?–

La demora se debe a que esperé que las aguas se calmasen antes de dar a conocer mi versión de los hechos. La mezcla de tristeza e irritación que tuve no solo se debió al plagió en sí, que también, sino a que una vez descubierto su plagio Bryce intentara desprestigiarme en vez de pedir disculpas. Si este delito hubiera sido cometido por un desconocido mi indignación no hubiera sido tan grande.

Pero hay una razón más para publicar estas páginas y es dar a conocer el calvario por el que pasa quien quiera defender sus derechos intelectuales. No solo es el tiempo que se emplea sino también el dinero. En este caso los honorarios de mis abogados sobrepasaron 10,000 dólares. Este costo es una barrera más que facilita la impunidad con la que se practica el plagio en el Perú.

También se pueden leer estás páginas como un ejemplo de muchos personajes que aprovechando su prestigio no tienen ningún reparo moral ni ético para infringir las normas de la decencia. Desgraciadamente, este comportamiento lo vemos extendido en todas las esferas del Perú, desde la política a la religión pasando por la actividad empresarial, universitaria, judicial, castrense. Basta leer cualquier encabezado de los periódicos para encontrar ejemplos de la decadencia moral y ética que nos invade y de la impunidad que disfrutan los delincuentes.

2. La amistad con Alfredo Bryce Echenique

La amistad con ABE comenzó un día de marzo de 1994 cuando me sorprendió su llamada por teléfono. Me dijo que le había impactado la lectura de mi libro –Réquiem por Perú mi Patria– y que quería conocerme y mostrarme un artículo que sobre el pensaba publicar. Por entonces Alfredo vivía también en Madrid. Desde ese día nos unió una amistad muy entrañable. Yo había conocido a su primera esposa y, como todos los peruanos, teníamos amigos y recuerdos comunes que ocupaban nuestras interminables tertulias. Luego de que se mudara a Barcelona, Alfredo me visitaba frecuentemente y a veces coordinábamos nuestras agendas para coincidir en Lima. Como es de suponer esta amistad dio la ocasión para múltiples, recíprocos e interminables agasajos con todo lo que esto supone, en especial con alguien que posee los conocidos hábitos de ABE.

Desde la aparición del correo electrónico la comunicación entre ambos fue más constante y fluida. La confianza que nos teníamos hizo que hasta manejase sus inversiones. De todo ello guardo muchísimos correos de los cuales damos algunos ejemplos.

El apoyo de ABE a mi tardía obra fue constante. El artículo sobre mi libro –Réquiem por Perú mi Patria– publicado en varios periódicos de España y América lo tituló –La patria muerta de Herbert Morote–. Más adelante lo seleccionó para su libro –Crónicas perdidas– editado por Anagrama en 2002. En el decía: "Debiera ser lectura obligatoria para todos los peruanos, sino también para todos aquellos que pretenden penetrar sin anteojeras en las mil y una falsificaciones de la realidad peruana". Ver texto completo. En 2004 Bryce presentó la segunda edición de mi libro en el Instituto Peruano Británico de Lima.

Como es costumbre entre escritores, suelo enviar mis manuscritos a intelectuales de confianza a fin de recibir sugerencias y recomendaciones que luego tomo o no en cuenta. Por esta razón el año 2003, luego de haber leído el manuscrito de –El militarismo en el Perú–, ABE escribió la contratapa del libro diciendo que evocaba "el tono provocador de un González Prada". Ver texto completo.

Más adelante le envié el manuscrito de la segunda edición de –Vargas Llosa tal cual– recibiendo de Alfredo elogios e información adicional que incorporé al texto final. Ver comentarios de puño y letra de Bryce en el –Prólogo de la segunda edición– (páginas: 15 a 18).

3. La sorpresa del plagio

Conforme iba avanzado en mi manuscrito –Pero… ¿tiene el Perú salvación– enviaba los capítulos terminados a cinco intelectuales amigos. Uno de los receptores fue Alfredo Bryce que pasaba una temporada en Lima. Los otros fueron el Dr. Alfredo Tapia García también en Lima, el Dr. Juan Luis Conde y el señor Fernando Navarrete Curbelo ambos en Madrid y el ingeniero Alberto Perales en Georgia, EEUU.

Sin haberme anticipado sus intenciones, Alfredo Bryce publicó el 25 de junio de 2006, en el diario –El Comercio– de Perú un artículo a toda página titulado –La educación en ruinas– cuyo texto fue plagiado del manuscrito que le envié.. En dicha publicación Bryce no hizo ninguna referencia a mi autoría.

El artículo de ABE fue inmediatamente muy bien acogido por la crítica. Varios intelectuales limeños apresuraron a elogiarlo en sendos artículos periodísticos, entre ellos el propio Ministro de Educación Javier Sota Nadal(1). Ver detalles

El mismo día de la aparición del artículo de Bryce, fui alertado desde Lima por el Dr. Alfredo Tapia García, quien también había recibido una copia del manuscrito.

Mi reacción fue de perplejidad al comienzo y de indignación después. Nunca imaginé que mi amigo íntimo tuviera el desparpajo de plagiarme. Esto se agravó luego de ponerme contacto con él y encontrase evasivas para que escribiese a –El Comercio– reconociendo el uso indebido del manuscrito.

Había dos razones para exigirle una rectificación inmediata: uno, reclamar mi derecho de autor. Dos, evitar que cuando saliera mi libro, planeado para octubre de ese año, hubiese un texto que pareciese plagio del artículo de Bryce.

Los días siguientes hubo un intercambio de correos (Ver detalles) que fueron infructuosos e inútiles. Le propuse un texto de rectificación (Ver detalles) que ABE no tomó en cuenta y publicó una nota en –El Comercio– el 29 de junio (Ver detalles) que consideré engañosa, insatisfactoria e insuficiente.

Ante este hecho, envié a –El Comercio– una carta aclaratoria que, después de ciertas renuencias por parte del periódico, se publicó el 6 de julio de 2006. (Ver detalles)

Días después ABE envió a los medios de comunicación una respuesta a mi carta en la que no solo negó enfáticamente el plagio sino que me calumnia con un increíble descaro. Dice: "Francamente creo que quien hoy me difama sufre de algún extraño complejo que lo lleva a intentar clavarle un puñal en la espalda a quienes dicen son sus mejores amigos. Así, en 1998, publicó una obra infame contra Mario Vargas Llosa …..". Esta falsa acusación refleja de cuerpo entero la catadura moral y el desprecio olímpico que tiene ABE por la verdad. Como se ha visto más arriba, al leer el manuscrito fue el mismo Bryce quien me felicitó y contribuyó dando mayores datos al texto de –Vargas Llosa tal cual–.

En vista de lo anterior decidí denunciar este plagio ante las autoridades competentes.

Al ser el primer plagio descubierto a Bryce, un escritor hasta entonces reconocido y mimado por el público limeño, la reacción de los medios de comunicación fue, salvo honrosas excepciones(2), bastante tibia cuando no abiertamente escéptica llegando en algunos casos a atacar al denunciante.


1. Luego del escándalo el ministro Javier Sota Nadal, como muestra de apoyo, presentó en octubre de ese año 2006 el libro –Pero… ¿tiene el Perú salvación?– en el Centro Cultural de España en Lima. Ver detalle

2. Entre ellos Fernando Vivas, César Hildebrandt y periodistas de Perú21 dirigido por Augusto Álvarez Rodrich.

4. El Plagio

En este rubro presentamos dos cuadros. El primero es una comparación de líneas plagiadas y las líneas de autoría propia de ABE. En el segundo cuadro se comparan ambos textos uno al lado del otro, lo que pone en clara evidencia el plagio.

Como se indica, el 81% de las líneas del artículo de ABE fue plagiado o grotescamente reformulado. Al término de ese cuadro se dan ejemplos concretos de esto último: Morote escribió "que la usaron esporádicamente" y Bryce puso "a la que recurrieron pocas veces". Ejemplo de frase de relleno: Morote escribió "y la trasferencia tecnológica, seguida por la educación" y Bryce puso "la transferencia tecnológica, a la cual seguía de inmediato la educación". Ejemplo de sinónimos: Morote escribió "la ignorancia no se sana con leyes" y Bryce puso "la ignorancia no se cura con leyes".

Pero hay una razón más para publicar estas páginas y es dar a conocer el calvario por el que pasa quien quiera defender sus derechos intelectuales. No solo es el tiempo que se emplea sino también el dinero. En este caso los honorarios de mis abogados sobrepasaron 10,000 dólares. Este costo es una barrera más que facilita la impunidad con la que se practica el plagio en el Perú.

También se pueden leer estás páginas como un ejemplo de muchos personajes que aprovechando su prestigio no tienen ningún reparo moral ni ético para infringir las normas de la decencia. Desgraciadamente, este comportamiento lo vemos extendido en todas las esferas del Perú, desde la política a la religión pasando por la actividad empresarial, universitaria, judicial, castrense. Basta leer cualquier encabezado de los periódicos para encontrar ejemplos de la decadencia moral y ética que nos invade y de la impunidad que disfrutan los delincuentes.

5. INDECOPI (Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección Intelectual)

Antes de recurrir a Indecopi en el Perú, consulté el caso con un conocido estudio de abogados de Barcelona a fin de evaluar la posibilidad de enjuiciar a Bryce en España. La respuesta de los abogados catalanes fue contundente: Bryce había cometido el delito de plagio y para ello no había atenuantes ni excusas porque aún siendo un manuscrito el autor tenía pleno derecho de su autoría. (Ver detalles). Este mismo bufete recomendaba que para un juicio penal lo mejor sería iniciar el juicio ante autoridades peruanas.

También consulté con un respetable bufete de abogados limeños, quienes recomendaron presentar una denuncia ante Indecopi en Lima. Fue así que, quizá equivocadamente, decidí por la opción peruana.

Indecopi tiene en primera instancia la Oficina de Defensa de Autor (ODA). Luego se puede recurrir la Sala del Tribunal como última instancia. Por lo tanto la denuncia del plagio se presentó primero a ODA* el 25 de septiembre de 2006 (Ver detalles) cuando todavía no se habían descubierto los otros plagios de Bryce.

En la denuncia aporté las siguientes pruebas:

  1. Intercambios de correos que prueban que ABE había recibido y leído el manuscrito.
  2. Declaraciones juradas de los cuatro intelectuales que también habían recibido el manuscrito con el texto plagiado.
  3. Cuadro comparativo del artículo de Bryce con el manuscrito enviado.

En respuesta a la denuncia del plagio, ABE adujo el 1 de marzo de 2007 que "en toda mi carrera como escritor jamás fui acusado de plagio, siendo ésta la primera vez en cuarenta (40) años que tengo de escritor". Otra de las pruebas que presentó ABE fue el testimonio de Julio Ortega quien declaró que Bryce y Morote tenían estilos muy distintos de escritura y por tanto el texto de Bryce no era un plagio.

Los argumentos de ABE fueron rebatidos punto por punto en mi escrito del 9 de abril de 2007 (Ver detalles). Además incluí una larga lista de otros plagios cometidos por ABE descubiertos por María Soledad de la Cerda para demostrar que el plagio que me hizo era solo una muestra de su actividad plagiaria. En cuanto a la denuncia de Julio Ortega, que mi denuncia afectaba la honorable reputación de ABE, presenté una larga lista artículos publicados en varios medios de comunicación que hacían referencia también a los otros plagios de Bryce.

Sorprendentemente, el 18 de octubre de 2007 la Oficina de Derechos de Autor declara infundada la denuncia por lo que el 25 de octubre de ese año apelé a la Sala de Indecopi rebatiendo uno por uno los argumentos de ODA (Ver detalles), entre ellos estaba la explicación dada por el amigo de ABE, Julio Ortega, quien actuando como experto afirmó que Bryce tenía un estilo totalmente distinto al mío y por tanto su artículo era original y no plagiado. Sobre Ortega hago constar que la resolución de ODA no considera la poca credibilidad que tiene una persona como Julio Ortega quien había reconocido recientemente ser autor del "Prólogo a los cuentos de Julio Ramón Ribeyro" que Bryce firmó como suyo. Además Ortega había publicado elogios al plagio en su artículo "Complicidad literaria" (Ver detalles). Así mismo pido tomar en cuenta los otros plagios de Bryce recientemente descubiertos como prueba de que ABE tenía el plagio como actividad usual. Por todo lo anterior pido que el caso se eleve de la Oficina de Derechos de Autor a la Sala del Tribunal de Indecopi para su dictamen final.

El 13 de noviembre de 2007 los abogados de ABE envían un escrito refutando mi apelación (Ver detalles) en el se manifiesta que, al no presentar yo el manuscrito que digo haber sido plagiado por Bryce, no hay prueba del delito. También se apoya nuevamente en la declaración de Julio Ortega que sostiene que ambos tenemos un estilo distinto de escritura. En el punto 6, página 20, Bryce sostiene que los otros plagios, presentados como prueba de que plagia sistemáticamente, no son pertinentes para este caso.

El 5 de febrero de 2008. (Ver detalles) le digo a la Sala del Tribunal de Indecopi que es evidente que el manuscrito lo tiene Bryce y es a él a quien se lo deben debe pedir a fin de que el tribunal constate el plagio. Así mismo rechazo la prueba de la defensa en la que Julio Ortega, amigo declarado de ABE, dice que Bryce no podía plagiar a Morote porque "tienen estilos de escritura diferentes".

El 10 de marzo de 2008 el Dr. Rubén Ugarteche Villacorta, abogado con 22 años de experiencia Derecho Intelectual quien asimismo había sido 12 años Jefe de la Oficina de Derechos de Autor (ODA) de la misma Indecopi, envía un contundente escrito a la Sala de esa entidad en la que sustenta en todos los puntos mi denuncia contra Bryce Echenique (Ver detalles).

El 2 de mayo de 2008 respondo al absurdo escrito de la Sala del Tribunal del 28 de abril de 2008 pidiéndome "en el plazo improrrogable de 2 días hábiles, la comunicación y el texto que envió a Alfredo Bryce Echenique" (Ver detalles). Este pedido parece indicar la parcialidad del Tribunal con ABE porque hace caso omiso al pedido que hice el 5 de febrero de ese año (Ver detalles) en el que precisamente exijo que ABE entregue el manuscrito que le envié por mensajería. En este escrito se copian los correos en que Bryce confirma la recepción del manuscrito, por lo tanto el manuscrito está en sus manos y es a él a quien deben pedírselo. Por otro lado se hace notar una vez más que copias de esos manuscritos también fueron enviados a otras cuatro personas que habían hecho declaraciones juradas sobre su recepción y contenido.

El 13 de mayo de 2008. La Sala del Tribunal de Indecopi declara infundada la denuncia de HM por "Insuficiencia de pruebas a fin de acreditar la infracción" de Alfredo Bryce Echenique (Ver detalles).

6. Los otros plagios de Bryce Echenique

En vista de que la resolución exculpatoria de ABE causó gran alarma dentro del medio intelectual del país y los medios de comunicación(3), Indecopi se sintió forzado a investigar los otros plagios denunciados por mí como prueba de la actividad plagiaria de Bryce.

Como se recordará, cuando presenté la primera denuncia el año 2006 todavía no se sabía nada sobre los otros plagios de ABE. Fue en febrero de 2007 cuando el embajador peruano Oswaldo de Rivero también denunció que ABE había plagiado su artículo “Potencias sin poder” en un artículo con el mismo título publicado en –El Comercio–. Las disculpas de ABE fueron de lo más extravagantes, desde un descuido de su secretaria (que al parecer no tenía) hasta otras explicaciones totalmente inverosímiles. Finalmente, –El Comercio– informó que a partir de ese momento Bryce no publicará más en sus páginas (Ver detalles).

El escándalo transpuso las fronteras y fue así que en Chile la señora María Soledad de la Cerda, docente de la Cátedra de Periodismo de Investigación de la Universidad de Santiago de Chile, se interesó por tan sonado caso y estudió otros escritos de Bryce encontrando que también los había plagiado. Este hecho llegó a los periódicos de Lima donde principalmente PERU21 dio a conocer la noticia.

El 25 de marzo de 2008 María Soledad de la Cerda, mediante Declaración Jurada ante el Consulado del Perú en Santiago de Chile, sustentó 20 plagios encontrados a ABE hasta esa fecha (Ver detalles).

El de diciembre de 2009, Indecopi resuelve multar a Alfredo Bryce Echenique por 16 de los 20 plagios denunciados por la profesora De la Cerda e incluidos en mi denuncia (Ver detalles).

La profesora De La Cerda ha seguido investigando a ABE y ha encontrado hasta la fecha por lo menos 32 plagios (Ver detalles). También ha creado el blog -Del arte de mentir ala arte de plagiar- en el que aparecen noticias sobre el tema. Entrad en la siguiente web. Así mismo se puede ver en Facebook.


3. El periodista Fernando Vivas (–El Comercio–) publica el 19 de julio de 2007 su artículo –El juicio cultural que espera a Bryce. DEL PLAGIO A LA IMPOSTURA- en el que, entre otros sesudos comentarios, da cuenta que PERÚ21 informó una lista de 28 plagios cometidos por ABE. Ver detalle

7. El libro "Pero... ¿tiene el Perú salvación?"

Mi libro en cuestión –Pero… ¿tiene el Perú salvación?–, fue publicado por Jaime Campodónico Editores en octubre de 2006 y considerado por –El Comercio– como uno de los mejores libros de ese año. Ver enlace, donde se puede leer el libro gratuitamente.

8. Bryce Echenique sigue mintiendo

Abusando de la amabilidad de algunos medios o su complicidad, Bryce Echenique sigue mintiendo sobre sus plagios con total desparpajo. Por ejemplo, durante su visita a Madrid en junio de 2019, el diario -El País- en un artículo escrito por Manuel Morales con el título “Bryce Echenique se retira: No tengo pensado otro proyecto”, el entrevistado dice que “la Fiscalía de Perú le absolvió completamente”. (Ver artículo) Este descaro para mentir hizo que días después el prestigioso columnista de -El Comercio-, Fernando Vivas, titulara un artículo “Alfredo Bryce, ya no podrás mentir”, en el que apunta los detalles de la resolución de la Corte Suprema en la que desestima su recurso. (Ver artículo). Lo lamentable de todo esto es la escasa ejemplaridad que deja Bryce a una sociedad cada vez más necesitada de fortalecer sus valores.