Primer
Acto: La pieza comienza con el recuerdo que -desde la pampa de la Quinua,
lugar donde se dio la batalla- hace el Tayta (padre) Ayacucho de aquella famosa
batalla. Por primera vez se relatan los acontecimientos tomando el punto de
vista español. Los generales realistas confían en una rápida
victoria dada su mayor superioridad en piezas de artillería y número
de soldados. Ayacucho observa la jactancia de los españoles pero se
atreve a pedirle al Virrey que deje libres a los soldados indígenas.
El Virrey le dice que los ayacuchanos luchan por la paz y la verdadera libertad.
Córdova y La Mar, generales, patriotas llegan al campamento realista
para pedirle la rendición, que es rechazada por los españoles.
Los hijos de Ayacucho pelearán al día siguiente por los dos
ejércitos.
Segundo Acto: Desde un punto de observación español,
donde está Ayacucho, el virrey constata la inesperada derrota de su
ejército. Ayacucho es testigo del sacrificio de sus hijos en ambos
lados. Los jefes rivales pactan las condiciones de una generosa capitulación.
Ante el asombro de Ayacucho, los españoles mantienen todos sus derechos
sobre las tierras y minas usurpadas a los indígenas.
Tercer Acto: Ayacucho es testigo nuevamente de la manipulación
y sacrificio de sus hijos por los de Sendero Luminoso y por las fuerzas armadas
del gobierno. Después de dramáticos encuentros los hijos de
Ayacucho se enzarzan en luchas fraticidas. Los fantasmas de los héroes
de los combatientes, son testigos del moderno holocausto andino.
Crítica
En su tiempo este libro
no recibió ningún comentario en la prensa del Perú. Por
el contrario el autor recibió numerosas cartas de felicitación.
Extractamos algunas de ellas:
-Juan Mejía Baca, editor y antiguo director de la Biblioteca Nacional
del Perú: "Es un obsequio para el país". Ver facsímil
de la carta. Referencia en Google a Juan Mejía Baca.
-Jorge
Torres Vallejo, Alcalde de Trujillo, y miembro de Congreso del Perú:
Extractos: "Conozco tu interesante trayectoria desde los inolvidables
tiempos de Colegio Militar. Pienso que tu renovada inquietud, te incorpora
a la corriente de intelectuales comprometidos con los cambios, que con una
dinámica inusual, se están produciendo en nuestra querida Patria.
Con la agudeza que te es propia has confirmado la realidad que aquí
se da desde el momento mismo de la Conquista.
Tengo la seguridad de encontrar tus futuros logros en la investigación
social y las letras". Lima, 23 de diciembre de 1991. Referencia a Jorge
Torres Vallejo en Google.
-Alfredo
Tapia García, intelectual, empresario, Editorial Yachay:
Extractos: "Los Ayacuchos lo leí de un tirón en un par
de horas. Me pareció un buen libro, bien escrito, ameno y dinámico.
Es una excelente obra de teatro (a pesar de lo que dices en la introducción)
donde el suspenso ha sido sustituido por la revelación de la actitud
de Bolívar y, sobretodo, del destino de los que participaron en la
batalla de Ayacucho. Tiene una cualidad que aprecio sobremanera: se dice muy
bien lo que tiene que decirse, con el menor número de palabras.
Ayer estando en la playa con unos amigos, un muchachón del grupo derivó
la conversación al daño que Bolívar había causado
al Perú. Yo acoté refiriéndome a la carta remitida por
Bolívar al General Olañeta y... apareció Los Ayacuchos.
Resulta que tu libro había sido leído y había causado
gran impresión. El más exaltado de todos fue el abogado de la
viuda de Juan Mejía Baca, quien sostenía que Los Ayacuchos debía
ser impreso por el Ministerio de Educación para ser repartido gratuitamente
en los colegios. Ya tienes adeptos, ¡Felicitaciones!". Lima, 28
de enero de 1992.
Teatro
El prestigioso grupo teatral Cuatro Tablas, dirigido por Mario Delgado, junto
a un grupo selecto de actores invitados de la categoría de Reynaldo
Arenas, Pilar Núñez, Gilberto Torres y otros, trabajaron arduamente
para llevar a la escena esta obra el año 1999. Lamentablemente la crisis
económica de los últimos meses del gobierno de Fujimori hizo
que algunos auspiciadores retirasen su contribución y "el proyecto
quedó tan devastado como el campo de batalla". (El Comercio, 7
de junio, 2000).
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